¿PORQUÉ MUCHAS MUJERES SE DEJAN SEDUCIR POR
HOMBRES VIOLENTOS?
¿Les gusta su carácter? ¿Los admiran? ¿Adoran su
virilidad? ¿Son masoquistas o simplemente débiles?
Creo que es un tema para debatir y aportar opiniones.
Cuando lo planteé en una de mis primeras novelas, UN
SALUDO DISTINTO, la respuesta de algunas lectoras fue sorprendente. Muchas
dijeron que esa era su historia. Pero una cambió la forma en que yo iba a
escribir de ahí en más. Esa lectora se quejó amargamente. Dijo que leía novelas
románticas para soñar con otras vidas posibles, y no para sufrir con lo más
oscuro de la propia. De ahí en más aprendí. Nunca me detengo en lo malo o en el
dolor más de lo necesario. Si hay una muerte o una enfermedad en mis páginas,
trato de evitar el melodrama. Intento que, como en la vida, el trance pase
rápido, y que sólo quede la enseñanza que tanto dolor produjo.
La novela requiere de un conflicto. Y el conflicto exige
algún villano. A veces es una fatalidad, o una desgracia natural, o un revés de
la fortuna. Pero en la novela romántica eso suele corporizarse en la figura
personal, que frecuentemente ejerce un tortura psicológica.
Los invito a participar de estas reflexiones dejando un
comentario.
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